El Consejo Escolar del Estado ha presentado el estudio "La participación de las familias en la educación escolar", que analiza la influencia de la participación de los padres en las escuelas y la repercusión que tiene en el rendimiento académico de sus hijos. La principal conclusión que puede extraerse es que la implicación de los padres en la educación provoca mejoras de su rendimiento académico equivalentes hasta al nivel de dos cursos superiores en asignaturas como matemáticas.
Los datos que muestran el informe se basan en los resultados del alumnado de Alemania, Bélgica, Italia y Portugal en una encuesta específica para familias incluida en el informe PISA 2012. En el próximo estudio PISA se realizará esta encuesta en España y se espera que los resultados no difieran en exceso de los presentados.
Las actividades familiares que repercuten positivamente en las notas de los alumnos son el seguimiento de las tareas, el apoyo a la lectura y otras actividades de seguimiento "no formal" de su educación. Concretamente, los estudiantes cuyos padres conversan con ellos de forma habitual obtuvieron una calificación media en la asignatura de Matemáticas de 532,7 (PISA 2012), mientras que aquellos que no lo hacen de forma habitual obtuvieron una calificación media de 474,3.
Otro aspecto importante que incide en la mejora del rendimiento académico es el "sentimiento de pertenencia" de los padres respecto al centro educativo. La identificación con los valores, misión y el proyecto educativo de centro provocan que los padres "se sientan cómodos con la educación que están recibiendo, independientemente de la titularidad del centro", han destacado Francisco López Rupérez, presidente del Consejo Escolar del Estado. La implicación en las AMPA y los Consejos Escolares también repercute en los resultados, pero en menor medida que las actividades citadas.
El informe plantea también recomendaciones a los centros y a los padres para promover la participación de estos últimos en la educación de sus hijos y favorecer la comunicación con los colegios. Según los responsables del documento, las normas y medidas formales de participación establecidas por el Estado "no bastan por sí solas" para que los padres se impliquen en las escuelas.
Fuente: Educaweb
Estamos seguros de que habrás escuchado alguna vez “¡Vaya carácter!”, “¡Tienes una gran personalidad!”, sin embargo, no estaría del todo bien dicho.
¿Qué es exactamente la personalidad?
Este concepto corresponde al conjunto de características o patrones que te definen, es decir, el conjunto de pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y comportamientos, que de manera muy particular, hacen que seas una persona única y diferente a todas las demás. La personalidad es fundamental para el desarrollo de tus capacidades y para funcionar en los diferentes grupos sociales a los que perteneces.
Pero, si la personalidad nos define como personas ¿Es posible mejorarla?
Buenas noticias: POR SUPUESTO QUE SÍ.
Es posible cambiar o modificar todo lo que la forma, o pequeñas partes, para desarrollar nuestros aspectos más positivos y corregir nuestros puntos débiles. Para conseguirlo puedes ayudarte de diferentes herramientas. Herramientas que te permiten profundizar sobre quién eres y pueden suponer un pistoletazo de salida hacia el encuentro con una mejor versión de ti mismo y prepararte para la selectividad. Tu tutor, el orientador de tu centro y dentro de nada desde Uveni, pondremos a disposición cuestionarios y materiales que te ayuden a conocerte.
A estas alturas te estarás preguntando ¿qué tiene que ver mi personalidad en la elección de mi futura profesión, con qué estudiar? Sin duda, tu forma de ser condicionará cada una de las decisiones que tomes en tu vida. Pongamos un ejemplo: piensa en la típica pregunta qué te hacían cuando eras pequeño: “¿Qué quieres ser de mayor?”. Si la personalidad no tuviera ningún papel en las decisiones que tomamos, todos hubiéramos dicho que queríamos ser futbolistas, cantantes, veterinarios o astronautas, y no es así, aunque la mayoría nos viésemos en el momento del despegue, con un deslumbrante traje de la NASA o jugando junto a Cristiano o Messi.
Qué estudiar te dirige, además de hacia una actividad u opción laboral, hacia una forma de vida. Una decisión que sin duda condicionará tu destino, por lo que no se debe dejar al azar, ya que dicha profesión formará parte de tu identidad, de tu “yo”, y a través de ella conseguirás un papel en este mundo, un estatus en la sociedad, buenos amigos, y quién sabe, si un novio o novia.
¿Quieres acertar eligiendo qué estudiar? El primer paso es conocerte
Elegir forma parte de tu crecimiento interior y el desarrollo de tus pensamientos, sentimientos, y comportamientos. Es en ese momento donde entrarán en juego cada experiencia que haya ocurrido en tu vida, y que haya sido importante para ti. La realidad que has vivido, es precisamente, la que te conducirá a dar siempre más valor y decidirte por una de las opciones, posibilidades, situaciones o ilusiones con las que te enfrentes.
Como has podido comprobar, elegir de forma acertada a qué dedicarse en el futuro parece complicado. No tomes atajos ni soluciones fáciles, te animamos a elegir con conocimiento.
¿Empezamos?
Fuente: Blog.uveni
Entrevista a Federico Malpica,
Doctor en Ciencias de la Educación, fundador y director del Instituto Escalae para la Calidad de la Enseñanza-Aprendizaje
Nuevos enfoques didácticos como el trabajo colaborativo, el trabajo por competencias y la pedagogía inversa o flipped classroom hacen necesaria la aplicación de metodologías de aprendizaje innovadoras.
¿Cómo han influido las TIC en las nuevas metodologías didácticas?
Desgraciadamente, parece que cada vez con más insistencia, se introducen las nuevas tecnologías siguiendo el camino contrario al que sería conveniente para mejorar la calidad de lo que se hace en las aulas. Parece que las metodologías didácticas deben estar al servicio de las TIC y no al revés. Un discurso tal vez propiciado por el mercado de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, por la presión que ejerce la sociedad, las familias y otros colegios que están introduciendo máquinas y aplicaciones en las aulas de manera discriminada y sin un proyecto claro. No hay industria donde las TIC hayan sido introducidas sin mejorar claramente lo que se hacía... excepto en la educación. La prueba está en que hoy día las aulas están llenas de equipos, ordenadores, pizarras digitales, iPads, etc. y sin embargo seguimos viendo prácticamente las mismas metodologías que hace 30 años. La pregunta clave no es: ¿Qué tecnología implementamos? La pregunta clave es: ¿Cómo conseguimos que nuestro alumnado aprenda lo que le hemos prometido? A partir de aquí debemos pensar cómo la tecnología puede facilitarnos la tarea. El discurso de: "si implantamos las TIC seguramente los docentes acabarán siendo más innovadores" no es válido ni coherente y lo que es peor, puede producir el efecto contrario en los docentes.
¿Qué características tendría la metodología didáctica ideal? ¿Qué aspectos frenan su aplicación (recursos, formación, tiempo, planificación…)?
La metodología didáctica ideal es como el unicornio azul, no existe. Y no puede existir porque no todos los centros ni los sistemas educativos pretenden que su alumnado aprenda lo mismo. No hay metodología buena ni mala, porque depende de aquello que debe aprenderse. La metodología didáctica es un medio y por tanto, no tiene un fin en sí misma. Es el aprendizaje que pretendemos conseguir es el que tiene un fin en sí mismo, por eso le llamamos finalidad educativa, y cualquier metodología didáctica debería ser tan solo un medio para conseguir dicho aprendizaje. Por eso es inadecuado adoptar metodologías didácticas "innovadoras" sin una reflexión sobre lo que queremos que aprendan nuestros alumnos y alumnas. O peor aún, adoptarlas porque las consideramos buenas por sí mismas, porque son modernas, porque las tienen los colegios de referencia o porque lo recomienda el autor de moda. Lo que sí podemos afirmar es que hay metodologías didácticas más o menos adecuadas, en función de su capacidad para proveer una enseñanza que lleve a los aprendizajes pretendidos.
¿Es necesario que los centros formativos se replanteen sus metodologías a la hora de diseñar un curso?
Depende. Lo que es necesario seguramente es que los centros formativos tengan clara una visión compartida del aprendizaje que quieren conseguir. Es decir, que todo su profesorado, equipo directivo y comunidad educativa tengan claro y comulguen con un mismo perfil competencial del alumno que pretenden formar y que trabajen desde cada aula y desde cada decisión de centro por conseguirlo. A partir de aquí, en función de la realidad de cada centro, sería posible definir si es necesario replantear metodologías o más bien reconocer lo que ya se realiza como adecuado para que los alumnos aprendan.
¿Qué diferencias existen entre la innovación y la creatividad?
Entiendo que son dos conceptos los cuales tienen relación pero que se refieren de cuestiones diferentes. Para mí la creatividad tiene más relación con la capacidad de buscar nuevos caminos, alternativas y de construir, diseñar o inventar algo que antes no existía. Es la actividad humana que más nos acerca a lo "Divino" y que nos diferencia del resto de especies.
En cambio, la innovación para mí es un proceso por el cual se llega a una nueva solución que mejora la forma en la que realizamos una tarea para conseguir un resultado o producto final adecuado. Por tanto, la innovación requiere creatividad, pero también requiere pensar en la optimización, en la eficiencia y la eficacia, pensar las personas que intervienen en el proceso y en el contexto donde se desenvuelve. En innovación interesa sobre todo, conseguir un nuevo resultado más adecuado. Cambiar para llegar al mismo resultado no es muy innovador. Decir en un centro que implantamos una metodología muy innovadora para acabar con los mismos resultados en el aprendizaje de los alumnos no tiene sentido. De la misma manera, a veces la innovación no pasa por desarrollar algo nuevo del todo, sino por hacer más eficiente, más consistente, o darle otro enfoque a aquello que ya realizamos en el centro.
¿Qué aspectos dificultan la innovación educativa y cuáles la propician?
Nuestra profesión docente es una de las más complejas que existen dado el número de variables interrelacionadas que afectan el resultado del aprendizaje, factores relacionados con el aula, con la familia y con el entorno socio-cultural de cada alumno. Esta complejidad dificulta la toma de decisiones sobre qué y cómo innovar. Además, en nuestra cultura profesional aún persiste la idea de que cada docente tiene su aula, sus alumnos y su programa. Aún no se ha generalizado la idea de pensar que son nuestras aulas, nuestros alumnos y nuestro programa. Esto dificulta la generalización de las innovaciones, su consistencia y su viabilidad a largo plazo, por lo que cuesta ver nuevos resultados en el aprendizaje de los alumnos. En general, en educación es fácil dejarnos llevar por la inercia. Cada año se puede hacer lo mismo y seguir funcionando. Según el informe TALIS (Teaching and Learning International Survey) sobre la práctica educativa llevado a cabo por la OCDE en 32 países, se confirma esta tendencia pues sugiere que los docentes, a diferencia de otras profesiones, comienzan a dar clase sin la idea clara que con los años su práctica profesional de verá transformada por la investigación.
Por otro lado, si pensamos en aspectos que propicien la innovación, sabemos que la única forma de innovar es hacerlo de forma que todos los docentes de un centro adopten prácticas educativas que sean comunes. Una metodología que sólo implementan unos cuantos docentes no puede considerarse una innovación porque, ¿qué posibilidades tiene de influir en el resultado global del aprendizaje en nuestros estudiantes? Sin la consistencia adecuada, el resultado no será nunca el esperado. Existe una diferencia entre una innovación que garantiza un resultado de aprendizaje y una anécdota que puede ser interesante para quien la aplica pero es poco eficiente para quien la recibe.
En su libro "8 ideas clave para transformar la práctica educativa" hace hincapié en la necesidad de buscar la calidad en el aula, ¿cómo se identifican las prácticas educativas adecuadas?
Todos los informes que se hacen sobre calidad educativa afirman que la calidad no puede llegar más allá de la capacidad de los docentes para desarrollar una práctica educativa adecuada. Sin embargo, antes de preguntamos qué es una buena práctica educativa, debemos hacernos dos preguntas anteriores. La primera es "¿Qué aprendizaje queremos conseguir, es decir, que deben saber, saber hacer y ser los alumnos al terminar su formación?". De esta manera tendremos un primer referente, en este caso ideológico, para determinar una práctica educativa adecuada. Si sabemos lo que queremos conseguir en los alumnos, la segunda pregunta es: "¿Y esto, cómo se aprende?". La respuesta a esta pregunta es técnica, y por tanto, debemos contestarla desde los principios psicopedagógicos del aprendizaje, es decir, a lo que sabemos sobre cómo aprendemos las personas.
Una vez contestadas estas dos preguntas, ya podemos preguntarnos: "Y esto, ¿cómo se enseña?". La respuesta será la práctica educativa más adecuada.
Un ejemplo es el siguiente: si queremos que nuestros alumnos sepan argumentar cuando acaben su formación, y determinamos que existe un principio del aprendizaje el cual nos dice que las personas aprendemos la argumentación a partir de modelos y práctica consistente de lo más simple a lo más complejo, con ayuda y reflexión, entonces ya sabemos cómo deberíamos enseñar en las aulas. En todas ellas debería haber actividades que incluyeran estos pasos para garantizar que nuestros alumnos realmente dominaran la argumentación al acabar sus estudios.
¿Qué importancia tiene la evaluación para garantizar la calidad en el aula?
La evaluación es muy importante, como en cualquier proceso de mejora continua y de actuación reflexiva. Ahora bien, el problema es que en educación, muchas veces tenemos un concepto de la evaluación como "sancionadora", es decir, creada para poner una nota (como hacemos los docentes con nuestros alumnos). Por ello, los profesores y maestros son tan reacios a las evaluaciones docentes. La solución pasa por crear un espacio de reflexión y análisis de la práctica educativa que no lleve a la sanción, sino a la mejora continua de la práctica educativa, en un ciclo que permita analizar lo que hacemos en las aulas, mejorarlo de forma colaborativa y reconocer las mejoras efectivas en las aulas. Un ciclo que, por cierto, es el alma de cualquier sistema de calidad. En el Instituto Escalae hemos desarrollado un instrumento de análisis que llamamos Autodiagnóstico Pedagógico y que permite a cada docente hacer una reflexión individual y anónima de su práctica para luego integrar los datos con los demás miembros de un claustro y crear un mapa de lo que pasa dentro de las aulas. Cuando dicho proceso se presenta de forma constructiva funciona muy bien. Llevamos aplicando este proceso los últimos 7 años con centenares de centros escolares y universidades. Sin ser obligatorio, hasta el momento mantenemos una participación de más del 90%.
¿Es necesario que los docentes reciban más formación para facilitar la innovación metodológica en el aula?
Lo que es necesario es que los docentes realicen un aprendizaje adecuado en función de la innovación metodológica común que se haya decidido poner en marcha. Dicho aprendizaje pasa por construir conceptos y conocimientos pedagógicos comunes, dominar técnicas y habilidades concretas, así como interiorizar actitudes y demostrar competencias en la práctica. La formación al uso, aquella de los cursos, cursillos, talleres y seminarios tiene muy poca eficacia, pues sólo atiende, principalmente, a la socialización y comprensión de conceptos. Es muy difícil que un docente llegue a dominar técnicas de trabajo para aplicar en su aula, sólo por asistir a una formación. Normalmente, los centros estarán desperdiciando recursos económicos, tiempo y esfuerzo de sus docentes, pues muy pocos serán capaces de hacer la transferencia de la teoría a la práctica sin la ayuda adecuada. Por tanto, es muy importante que los centros procuren un entorno adecuado en el propio centro y en las aulas con soporte, recursos y tiempo suficiente para que los profesionales de la educación lleguen a dominar las competencias que implican la innovación metodológica en su aula. Sería interesante que dicho entorno adecuado para el aprendizaje docente se realizará fundamentado en la práctica reflexiva a través de comunidades de aprendizaje profesional, donde los docentes tuvieran la oportunidad de construir acuerdos sobre la innovación metodológica a realizar, pudieran compartir sus prácticas en función de dichos acuerdos y finalmente, llegaran a generar hábitos docentes colectivos. Este modelo de trabajo es el que llevamos acompañando desde hace un tiempo con resultados notables para la innovación pedagógica y la calidad de la práctica educativa.
Fuente: Educaweb
Si estás pensando en estudiar una carrera, asegúrate de elegir un título que los empleadores más demandan.
¿Estás pensando en mejorar tus opciones laborales e ir de nuevo a la escuela por su título universitario ?
Al elegir tu plan de estudios, quieres asegurarse de que el grado que elijas tendrá demanda en el futuro. Porque, francamente, algunos grados van a estar demandados , y algunos no.
Y elegir el grado correcto es tan importante como tener la experiencia y habilidades de trabajo, ya que la competencia es difícil.
Puesto # 1 : Licenciatura en Finanzas
Algunos dicen que el amor hace girar al mundo , pero los líderes de negocios por lo general dicen que es dinero. Y esa es una razón, que un grado en finanzas será de gran demanda en el futuro.
¿Por qué va a ser popular en el 2014 y después?: Finanzas es un título que se puede utilizar en una gran variedad de diferentes profesiones y es una disciplina que beneficia a todos, independientemente del lugar donde lleguen en cuanto a su trabajo específico.
Las finanzas no sólo te enseñan a analizar e interpretar los números financieros , sino que también te da una comprensión integrada de cómo funcionan los negocios – una habilidad que se puede aplicar en campos tan diversos como la ley y el marketing.
Cursos a tomar: Especializarse en finanzas requiere tomar algunos cursos, tales como inversiones, análisis de los estados financieros, finanzas internacionales y la gestión financiera.
Potenciales Carreras : Analista Financiero . Estos profesionales evalúan el rendimiento de las inversiones , tales como acciones y bonos, en empresas de asesoramiento financiero . Los analistas financieros suelen necesitar un título de licenciatura en un campo como administración de empresas, contabilidad , economía o finanzas. Se espera que esta ocupación crezca un 23 por ciento desde 2010 hasta 2020 .
Puesto # 2 : Licenciatura en Ciencias de la Computación
Si te interesa la tecnología , una licenciatura en ciencias de la computación podría ser una buena decisión . Será de una gran demanda de parte de los empleadores, lo que se traduce en altos salarios.
¿Por qué va a ser popular?: Todas las empresas, independientemente de la industria , están confiando más y más en la tecnología para hacer todo, desde el reclutamiento, la comercialización, la creación de redes , venta y entrega de productos y servicios.
Este grado enseña habilidades específicas como la programación de computadoras , lenguajes de programación y diseño de redes e ingeniería , todo lo cual las empresas necesitan para sus redes informáticas. Este título también enseña habilidades generales tales como la resolución de problemas y trabajo en equipo.
Cursos típicas: Se deben tomar clases de como el diseño digital de sistemas, ingeniería de software , inteligencia artificial, y teoría de lenguajes formales.
Potenciales Carreras: Desarrollador de Software . ¿El diseño de aplicaciones informáticas suena divertido ? . Los desarrolladores de software por lo general tienen una licenciatura en ciencias de la computación . El crecimiento del empleo previsto para los desarrolladores de software 2010-2020 es del 30 por ciento .
Puesto # 3 : Licenciatura en Marketing
A menos que hayas estado viviendo bajo una roca , sabes que en el mundo actual , el marketing es crucial para el éxito de cualquier negocio. Y es por eso que esta carrera es una buena apuesta para el futuro.
¿Por qué va a ser popular?: Todos estamos vendiendo algo , y eso es una industria que nunca morirá. Siempre habrá gente dispuesta a gastar dinero para hacer llegar su mensaje. Los medios sociales es la palabra de moda para los empleadores en la comercialización, pero los empleadores también buscará a estos individuos por sus habilidades en escritura , la comunicación y las habilidades interpersonales.
Los estudiantes de marketing adquieren valiosas habilidades en la investigación de mercado , marca, estrategia de marketing , y los ciclos de vida de los productos , así como actualmente habilidades en el diseño gráfico y web.
Cursos a tomar: publicidad y promoción de marketing internacional , gestión de marketing y comportamiento del consumidor.
Posibles Carreras: Publicidad, Promociones , o Marketing. Estas personas crean y gestionan campañas de publicidad para generar interés en los productos y servicios. Se requiere un título universitario para la mayoría de estas posiciones, y cursos en finanzas , contabilidad, administración , estadística y derecho de los negocios son útiles para la obtención de esta carrera. Se espera que este trabajo que crezca un 14 por ciento desde 2010 hasta 2020 .
Puesto # 4 : Licenciatura en Contabilidad
Te gusta trabajar con números ? Este título puede ser para ti . Y si lo es, considérate afortunado , porque los empleadores buscarán egresados de contabilidad en el futuro.
¿Por qué va a ser popular? Similar a las finanzas , la contabilidad está en demanda porque las empresas tienen que ser capaces de rastrear y analizar sus transacciones financieras para tomar las mejores decisiones de negocio. Ellos también se enfrentan cada vez mayores regulaciones y necesitan empleados que pueden cumplir con estos requisitos al tiempo que proporcionan inteligencia empresarial.
Los estudiantes de contabilidad aprenden las habilidades contables avanzadas necesarias para satisfacer las demandas de sofisticado mundo financiero de hoy , como las normas y reglamentos más complicados. También podrá desarrollar habilidades de comunicación y presentación.
Cursos típicos: Siendo contabilidad el tema principal, los cursos podría incluir sistemas de información contable , derecho de negocios , la contabilidad de costos, contabilidad fiscal y de auditoría.
Posibles Carreras: Contador o Auditor . Contadores y auditores preparan y examinan los registros financieros , asegurando que los impuestos son pagados en tiempo y forma. La mayoría de los contadores y auditores necesitan por lo menos un grado de licenciatura en contabilidad o un campo relacionado. Se proyecta que el crecimiento del empleo para los contadores y auditores serán un 16 por ciento desde 2010 hasta 2020 .
Puesto # 5 : Licenciatura en Administración de la Salud
Prueba una licenciatura en administración de atención de salud, que probablemente ofrecerá oportunidades en diferentes puestos de trabajo y vías claras para tu desarrollo.
¿Por qué va a ser popular? Este título estará más en la demanda debido a un crecimiento rápido y extendido en la industria ya que la atención de salud se vuelve cada vez más crítica para una población que envejece y está más consciente de la salud.
Este grado te dará las habilidades que reflejan el complejo mundo de la atención de salud . Vas a estudiar de todo, desde la contabilidad y la tecnología a los recursos humanos al marketing.
Cursos típicos: En la administración de atención de salud se toman cursos tan diversos como la contabilidad, la ética asistencial , la gestión de recursos humanos , y la anatomía y la fisiología .
Potenciales Carreras : Gerente de Servicios de Salud Médicos. Estos son los profesionales que trabajan en estrecha colaboración con los médicos , enfermeras y otro personal de salud , mientras que gestionan un departamento específico o una instalación completa. Los administradores de servicios médicos y salud tienen un título de licenciatura en administración de salud . Se proyecta esta ocupación para tener el crecimiento del empleo del 22 por ciento desde 2010 hasta 2020 .
Puesto # 6 : Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas
Aquí hay un grado muy versátil que te da una amplia gama de conocimientos que se ajuste a prácticamente cualquier industria. Pero a pesar de este grado se mantendrá una buena opción práctica en el futuro, los graduados tendrán que distinguirse de los demás con el mismo grado .
¿Por qué va a ser popular? A pesar de que puede estar en demanda , los nuevos graduados con un título en negocios pueden tener problemas si no tienen una especialidad o experiencia en una determinada dirección.
Este grado ofrece, junto con otras, habilidades prácticas en áreas como marketing, recursos humanos , e incluso liderazgo.
Cursos típicas: Elige uno de los principales negocios, y el College Board le indica que lo más probable es tomar estos cursos: contabilidad, gestión de recursos humanos, gestión de operaciones, y gestión financiera.
Posibles Carreras: Consejero personal Financiero. Estos profesionales ayudan a las personas con las decisiones financieras en concepto de impuestos, inversiones y seguros. Es necesario un título universitario para la mayoría de estas posiciones, y si bien no se requiere ninguna titulación específica, un título en negocios, finanzas, economía, contabilidad, matemáticas, o ley es una buena preparación para esta carrera. Se espera que esta ocupación crezca un 32 por ciento desde 2010 hasta 2020.
Fuente: Que estudiar
Dos especialistas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) analizaron las situaciones que experimentan los jóvenes antes de ingresar. Las influencias familiares y los miedos de seguir lo más conveniente pueden opacar la idea de apuntar a una opción de grado por convicción y gusto propio. Estar a un paso de tomar una de las decisiones más importantes y sentirse cargado de tensiones.
Saber en el fondo que a veces se trata de negociar entre lo que piensa papá, las inclinaciones personales y el comentario de la tía. Y para colmo, hay que optar ahora mismo. Porque las empresas cada vez buscan gente más joven.
Parecen demasiadas presiones para tener sólo 17, pero situaciones así viven miles de jóvenes todos los años cuando se trata de saber qué carrera universitaria elegir. Para despejar dudas y aclarar algunos conceptos sobre las influencias de los padres en la elección, el periódico Hoy la Universidad consultó a dos especialistas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
"Los padres y la familia en general, tienen una influencia fundacional en la problemática, ya que muchos jóvenes centran su esfuerzo en torno a una idea que está instalada en toda familia, la del progreso familiar, que hoy significa tener una profesión", especifica desde un comienzo Omar Bertocco, integrante del Departamento de Orientación Vocacional de la UNC.
Para el licenciado en psicología, más allá de una aparente liberación de las "genealogías profesionales", esto es, de aquellas familias ligadas en su identidad con alguna profesión en particular, subyace el mandato familiar de emprender una carrera universitaria.
Por su parte, Roxana Mercado, miembro del Área de Investigación Académica del Centro de Estudios Avanzados de la UNC, las familias van estimulando ciertas disposiciones que luego se vuelven reales para los hijos y que apuntan a un proyecto familiar. "Una serie de negociaciones se despliega entre padres e hijos -puntualiza Mercado- con el objetivo de ver qué carrera es la más indicada para resguardar los capitales familiares, que no son siempre económicos sino también simbólicos y sociales".
En virtud de estos elementos, la autora de la tesis de maestría "Un análisis sobre el ingreso como un aporte para pensar la deserción estudiantil" entiende que la elección de una carrera tiene que ver con la historia del individuo y, fundamentalmente, con la de su familia.
En relación con su colega, Omar Bertocco sostiene que las influencias son inevitables en todo contacto social, sin que esto sea un hecho negativo en esencia. Sus efectos son también necesarios para desarrollar intereses, aptitudes y hasta un campo de conocimiento sobre la profesión.
"El problema aclara Bertocco- es cuando la persona convierte a las influencias en mandato; porque aparecen como el único camino para satisfacer los deseos y ser parte de la familia, para sentirse identificado con los padres o, incluso, para cambiar la historia".
Al parecer, muchos de los jóvenes que participan de los grupos de orientación y de reorientación vocacional en la UNC niegan ser presionados por sus padres. Sin embargo, con el acompañamiento
reconocen que la influencia es mucho más amplia que la presión ya que guarda una mayor relación con los deseos que la familia deposita en la persona que con la imposición de obligaciones.
Bertocco es claro: "La influencia se despliega por vías inconscientes; no es lo que los padres les obligan a hacer a sus hijos, sino lo que éstos se imaginan que a sus padres les gustaría que hicieran".
De acuerdo con Hoy la Universidad, el influjo familiar se hace presente también en aquellos hogares donde no hay una tradición de profesionales, ya sea porque los padres no iniciaron estudios universitarios o porque no pudieron completarlos. "¿En estos casos ?indica Bertocco-, el planteo se da a la inversa. El mandato ya no es hacer una carrera ni recibirse, sino cambiar la historia familiar y los chicos sienten que el desafío es descubrir hasta dónde pueden llegar".
Las presiones de un campo de batalla
En los grupos de orientación vocacional, Bertocco observa ciertas constantes que dan forma a la visión que los jóvenes tienen de la carrera universitaria y que influyen, por lo general de manera perniciosa, en su desempeño. En primer lugar, abundan términos "bélicos" en su discurso, como "tener armas para defenderse en el mundo del trabajo" o "progresar para salir a pelear".
Todo esto atravesado por ideas como la de "competitividad", donde los estudiantes observan que la cantidad de profesionales es siempre mayor a la oferta de trabajo, lo que los mueve a planear estudios de posgrado aun cuando no han alcanzado la mitad de la carrera.
A esta noción de que el título de grado se convierte sólo en una base (el "arma" mínima indispensable para acceder al primer trabajo) se suma un elemento fundamental: la urgencia por recibirse. Bertocco sintetiza el esquema que construyen los ingresantes: "Tengo que elegir bien una carrera porque debo recibirme joven para entrar en el mercado laboral rápidamente y, si pierdo uno o dos años en malas elecciones, quedo en una situación de desventaja con respecto a los otros jóvenes que se van a recibir en tiempo y en forma".
La presión se vuelve más angustiante para quien, además, está confundido. "Al joven de 17 o 18 años que está terminando la secundaria se le presenta el mandato de elegir una carrera ¿para toda la vida? Cuando dimensionan lo que esto significa, se asustan, sobre todo si entendemos que, hasta el momento, ese chico sólo tuvo que demostrar madurez para discutir elecciones más simples, como ir a bailar o la hora para regresar a casa", ejemplifica Bertocco.
Esta realidad se hace más evidente con los jóvenes provenientes del interior, afectados por la idea de "fracaso". Volver a su localidad de origen suele implicar que pierdan su "única chance" y, con ella, el pasaporte para establecerse en Córdoba.
En este marco, Roxana Mercado observa que los padres se encuentran "en el abismo", a veces auspiciando elecciones, a veces cercándolas para evitar que sus hijos se dispersen. Esto se debe a que, como lo plantea la investigadora en su tesis, sus decisiones no están afirmadas sino que se manejan sobre un campo de dos o más carreras posibles.
La falta de información es también un factor clave, sobre todo en las poblaciones del interior, donde la injerencia de los padres apunta hacia las carreras tradicionales. Bertocco considera que las nuevas alternativas del mercado educativo se eligen con la idea de que se trata de carreras menores, con un prestigio inferior al de aquellas carreras "más importantes" que conocían en su pueblo o provincia.
Por último, el psicólogo les recomienda a los padres hacer un esfuerzo por darles a sus hijos la oportunidad de que se equivoquen, ya que la mayoría de los aprendizajes significativos en la vida surgen luego de enfrentar situaciones difíciles.
Bertocco está convencido que el único indicador confiable para elegir una carrera pasa por los gustos e intereses. "No por una mirada romántica que tengamos los orientadores, sino por una cuestión bien pragmática", explica.
"El único indicador que tengo para ser capaz y efectivo es hacer eso que me gusta, porque ahí es donde voy a poner todo lo mío, mi creatividad, mi mejor esfuerzo", finalizó el especialista consciente que "en los intereses, en los gustos, está la llave de una elección gratificante".
Fuente: Hoy la Universidad
Una serie de consejos que servirán a la hora de insertarse en el complicado mercado laboral.
Una de las cosas más difíciles que hay en el mercado laboral actual es insertarse en el mismo y es doblemente problemático si esa inserción se debe hacer por primera vez. Encontrar un trabajo por primera vez supone un proceso desconocido y que requiere ayuda de muchas partes para no caer en nervios ni falsas expectativas.
Lo primordial es hacer un Curriculum Vitae (CV) prolijo, ordenado y que se pueda entender bien ya que es la forma de presentación que tiene cada candidato para darse a conocer frente a los probables futuros empleadores.
Lo bueno y también engorroso a la hora de hacer el CV es que no hay que poner experiencia previa, ya que sería el primer trabajo, por lo tanto ante la falta de ese ítem habrá que fortalecer al CV desde otra perspectiva.
Las principales características que deberán tener es resaltar los estudios y los logros obtenidos en materia académica.
Asimismo para una buena confección del Curriculum es necesario identificar bien los defectos y virtudes que se tienen para hacer hincapié en estas últimas. Resaltar primordialmente aquellos logros pasados que se utilizaron en la escuela o en talleres extracurriculares. O sea destacar que competencias se tienen y como maximizarlas. Es también muy importante demostrar confianza en uno mismo y sentirse seguros de que ese trabajo es para uno, porque además de competir con cientos de candidatos en la misma situación se competirá con muchos que se quieren volver a insertarse en el mercado laboral pero que están desocupados.
En síntesis lo principal a la hora de postularse a un primer empleo es realizar un CV prolijo e impactante, destacar aquellos logros obtenidos en el estudio, afirmar cuáles son las características que te identifican como posible empleado y mencionar aquellos logros extracurriculares, que siempre son importantes a la hora de la selección. Además hay que remarcar que la confianza en uno mismo es importante, así como también una futura red de contactos.
Fuente: Clarin
La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha elaborado un estudio que analiza la influencia de los roles de género en la elección de los estudios superiores científicos y tecnológicos. La principal conclusión que puede extraerse es que los docentes de secundaria tienen expectativas diferentes respecto a los chicos y a las chicas, y que éstas contribuyen a reforzar los roles de género, que influyen en la elección de los estudios superiores.
El estudio "La fractura de género en los estudios de ciencias, tecnología, informática y lengua: expectativas y motivaciones del alumnado y el profesorado de secundaria" ha hecho un seguimiento durante tres años de 1.100 estudiantes de entre 14 y 16 años y ha entrevistado en profundidad a 36 profesores.
Los autores ponen de manifiesto que no existe diferencia perceptible entre las competencias matemáticas y científicas desarrolladas por chicos y chicas pero, en cambio, si existen diferencias en su autopercepción. Así, mientras que las chicas "se inclinan por humanidades y ciencias de la salud" y manifiestan "ser mejores" en asignaturas como lengua, biología y geología; ellos prefieren los estudios tecnológicos y creen superar a las chicas en matemáticas, física, química, tecnología e informática.
Cuando se analizan las respuestas de los docentes se observa que la mayoría mantienen la misma consideración. De hecho, la mayoría de profesores atribuyen los buenos resultados académicos de sus alumnos varones a "brillantez e inteligencia", mientras que en el caso de sus alumnas tienden a explicarlos, en primer lugar, por el "esfuerzo" y en segundo término por la inteligencia.
Según la directora del estudio, Milagros Sáinz, del "discurso de los profesores" se extrae una "justificación" de tendencias como que "los chicos tienen actitudes rupturistas en el aula" o que tienen "menor interés por los estudios".
Fuente: Educaweb
El otro día en clase me explicaban los alumnos cómo elegían las materias: “si es fácil”, “por la nota”, “la que me gusta”, “si la elijen mis compañeros”,… Seguro que te suena. Explico aquí mi fórmula para decidir los estudios futuros.
Cualquier orientador tiene su fórmula “implícita” para tomar decisiones. En ella, se refleja de algún modo su concepción de la orientación y vocación: ¿se nace o se hace?, ¿cambia?, ¿es una guía?, ¿cómo influye la información?, ¿cómo decide el alumno?, ¿debe tener en cuenta las necesidades del mercado?, ¿cómo influyen los padres?,…
Descubro aquí mi fórmula. No es propia, sino extraída de varios autores y algo contrastada con la experiencia.
Los componentes de esta fórmula son:
APTITUD (Ap). ¿Qué se me da bien? ¿Qué sé hacer? ¿En qué soy bueno? ¿Qué habilidades tengo? ¿Cuál es mi talento?
VOCACIÓN (V). ¿Qué me gusta, interesa y atrae? ¿Con qué disfruto y soy feliz? ¿En qué me fijo y atiendo? ¿A qué dedico mi tiempo? ¿Con qué siento desaparecer el tiempo?
ACTITUD (Ac). ¿Lo quiero? ¿Tengo confianza en mí mismo? ¿Tengo ilusión y voy a esforzarme por ello? ¿Hasta dónde estoy dispuesto a luchar?
OPORTUNIDAD (O). ¿Lo puedo conseguir? ¿Cómo lo consigo? ¿Dónde lo encuentro? ¿Cómo y dónde me formo? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué necesitan?
Seguro que tienes tu fórmula secreta. ¿Cómo es? ¿Cuáles son los factores principales para ti?
Fuente: Orientaguia
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha elaborado el informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2015 (WESO, en inglés), un estudio que muestra la empleabilidad, el mercado laboral y el tipo de contratos que se crean en el mundo.
El estudio muestra que tres cuartas partes de los trabajadores de los países analizados están empleados, ya sea con contratos temporales o a corto plazo, en empleos informales con frecuencia sin ningún contrato, como autónomos o en empresas familiares sin remuneración. De todas formas, la OIT alerta del incremento de la inseguridad en el mercado laboral, propiciada en parte por la precariedad en los contratos de trabajo. Así, más de un 60% de los trabajadores carece de cualquier tipo de contrato de trabajo; la mayoría de ellos están empleados en trabajos por cuenta propia o como trabajadores familiares auxiliares en los países en vías de desarrollo.
Otro dato relevante es el incremento del trabajo a tiempo parcial, sobre todo entre las mujeres jóvenes. En 86 países, que abarcan 65% del empleo mundial, más de 17% de las personas empleadas trabajaban con un contrato a tiempo parcial de menos de 30 horas por semana. El número de mujeres con un empleo a tiempo parcial es del 24%, frente al 12,4% de los hombres. Para Guy Ryder, Director General de la OIT, "estos nuevos datos indican un mundo de trabajo cada vez más diversificado. En algunos casos, las formas atípicas de empleo pueden ayudar a las personas a ingresar en el mercado laboral. Pero estas tendencias emergentes son también el reflejo de la inseguridad generalizada que afecta a muchos trabajadores en el mundo hoy día".
Además de la precariedad en los contratos, también aumentan las diferencias salariales. La brecha salarial entre trabajadores permanentes y no permanentes ha aumentado a lo largo de la última década y la tendencia se está agravando con el incremento de las formas de trabajo no permanentes, el crecimiento del desempleo y de la inactividad.
Los expertos proponen una serie de medidas para mejorar esta situación, que se centran en adaptar la legislación a un mercado laboral cada vez más diversificado, retomar las medidas de protección laboral que se han visto mermadas por la crisis (especialmente en Europa) y mejorar las prestaciones, la protección social y la cobertura de las pensiones especialmente en el caso de los trabajadores por cuenta propia.
Fuente: Educaweb.
No hace mucho transcribía en este blog la carta de una estudiante. Ahora dejo en este artículo otra carta-reflexión sobre la verdadera vocación.
Deborah García es profesora de Química en Secundaria y escribió hace pocos días una reflexión en la que nos explica cuál es su vocación (o la pasión, como también me gusta a mí llamarla).
Lo explica no sólo con palabras, también lo demuestra con hechos: publicó su carta en la plataforma Naukas en la que colabora y la enlazó a su blog dimetilsulfuro por el que recibió el premio Bitácoras 2014.
Me pareció muy interesante y clarificadora para ser leída entre estudiantes, padres e incluso profesores. En ella se reflejan las dudas, el proceso de elección, los argumentos, los criterios, los apoyos y desecuentros,…
Aquí la tenéis, con su permiso (gracias, una vez más, Deborah):
“Conozco a demasiada gente que ha estudiado carreras porque eran las que tenían más salida, las que les recomendaron sus padres o profesores porque se les darían bien, pero no por vocación o pasión por algo. De hecho creo que lo difícil es tener una pasión clara con 16 o 17 años y tomar una buena decisión. Estas personas acaban dedicándose a profesiones que terminan por querer, porque no queda otra; hay que amar lo que uno hace a pesar de todo, buscarle lo bueno, porque de hecho creo que todas profesiones tienen algo hermoso que hay que aprender a ver.
El problema surge cuando sí había una vocación y las circunstancias impiden llevarla a término: padres autoritarios, problemas económicos, mil razones.
Mi padre quería que yo me hubiese dedicado a la Economía, porque era buena en Matemáticas y tenía más salida que la Ciencia. Estaba a punto de empezar el Bachillerato y realmente me debatía entre estudiar Filología hispánica, Filosofía y Química. Letras o Ciencia. Mi debate era complejo porque me imaginaba dedicando mi vida a cualquiera de estas carreras.
En el centro en el que estudiaba nos hicieron unas pruebas para comprobar nuestras aptitudes y aconsejarnos la mejor opción. Sorprendentemente las pruebas coincidían con la opinión de mi padre, así que como la Política y la Economía a esa edad me parecían también interesantes, tenía la idea de que podría llegar a cambiar las cosas, crear una sociedad más justa, lo normal en una niña de 15 años, así que les hice caso y me apunté en el Bachillerato de Ciencias Sociales.
Estuve todo el verano dándole vueltas a la cabeza, preguntándome si había hecho lo correcto y una semana antes de empezar el curso decidí llamar al centro escolar y cambiar de Bachillerato. Las Ciencias Sociales me parecían la peor solución, quedarme en un punto medio, ni Ciencias ni Letras, lo que para mí suponía asumir la mediocridad. Mi debate era estudiar Ciencia o Letras. Mi razonamiento quizá fue inmaduro, pero me ayudó a tomar una decisión: puedo seguir leyendo poesía, novela, yendo al teatro, viendo Arte, sin tener que estudiarlo, podré seguir disfrutando de ello, pero con la Ciencia no pasa eso, por mucho que lea por mi cuenta nunca sabré todo lo necesario como para sentirme a gusto, así que estudiaré Ciencia de forma reglada y seguiré escribiendo y leyendo por mi cuenta sobre todo lo demás. Eso fue lo que hice a lo largo de mi vida.
Fue una decisión que causó disgustos en casa, pero asumible: por lo menos me había decantado por la Ciencia. No creo que mi padre aplaudiese la idea de estudiar Filología o Filosofía, porque “no sirven para nada”, “no tienen salida”, “no te harás rica con eso”.
Cuando empecé el curso y fui al laboratorio sentí que había tomado una decisión que me gustaba. No sabía si era la correcta, pero me hacía feliz. En realidad eso es lo correcto, pero por aquel entonces no lo sabía. Después me imaginaba haciendo el mismo trabajo que hacía mi profesor de Química. Me embelesaba su forma de explicar las cosas, cómo conectaba con nosotros, cómo se desinhibía en clase y nos hacía partícipes de su pasión. La Química me fue pareciendo cada vez más la Ciencia más compleja y bella que podría existir. No sólo quería estudiar Ciencia, quería enseñársela a los demás.
Terminé el Bachillerato con una buena nota, nada me impedía entrar en cualquier carrera. Mis padres, compañeros y profesores me animaban a estudiar Medicina, porque era la carrera de la gente lista. Los médicos siempre me habían parecido gente importante, y eso, sobre todo a esas edades, seduce. Pero yo no quería hacer algo para sentirme importante, quería hacer algo que me enamorase y la medicina me daba igual. No soñaba con operar, ni con tener pacientes, ni con un título ostentoso. Yo quería ser profesora de Ciencia, enseñarle a los chavales lo mismo que me habían enseñado a mí: a ver la belleza de las cosas. Y para mí la belleza estaba en la Química, era la Ciencia que me parecía más pura.
Las dudas no se difuminaron ahí. Ahora tendría que decidir si estudiaba Química o Ingeniería química. No sabía la diferencia, y la idea preconcebida que tenía es que la Ingeniería era mejor porque se suponía que era más difícil. De nuevo pensaba eso de que los ingenieros son gente lista e importante. ¿Cuál era la diferencia? Se me ocurrió mirar las asignaturas que se impartían en cada carrera. La impresión que me llevé es que la Ingeniería era la Química aplicada a nivel industrial, que tendría que diseñar reactores y cosas grandes, y eso estaba bien, pero no era lo que yo buscaba, yo quería saber Ciencia básica. Quería saber más sobre los átomos, las reacciones químicas, cómo sucedían las cosas e incluso albergaba la esperanza de aprender por qué sucedían.
La siguiente duda que me asaltó fue con Farmacia. Vi su programa y me pareció precioso. Había mucha Química, Bioquímica, Biología, y veía en ella una aplicación directa. Con esa carrera podría dar clase, podría investigar en un laboratorio, o incluso tener una farmacia, que también era algo de gente importante, de lo que mis padres se enorgullecerían.
Uno de los problemas era que Farmacia se estudiaba fuera de la ciudad y no quería que mis padres tuviesen que hacer ese esfuerzo económico. Además mi hermano tendría que estudiar fuera sí o sí, así que la situación estaba clara: no podía estudiar fuera. No me costó asumir eso. Llegué a la conclusión de que si Farmacia me gustaba porque tenía mucha Química, era porque lo que realmente me gustaba era la Química. Si al final no me dedicaba a la enseñanza, por lo que fuese, podría ser investigadora, aunque en realidad todavía no sabía muy bien qué significaba eso.
A mi padre no le entusiasmaba la idea de que fuese profesora. No ganan mucho dinero ni tienen demasiado prestigio. A mí esas cosas me daban igual ya por aquel entonces. El dinero me daba igual. Quería poder pagar los gastos corrientes de una vida, pero sabía que no sería más feliz con un coche mejor. Por suerte (sí, digo por suerte), a esa edad ya había vivido las dos vidas, con más dinero y con mucho menos, y no había sido más feliz en una vida que en la otra. Mis pasiones no dependerían de eso, sino de lo importante.
Soy un caso excepcional: tenía una pasión y pude ir a por ella. Y a pesar de ello tuve muchas dudas. Quería contentar a mis padres, a mis profesores, pero también hacer algo que me hiciese feliz. Tuve la enorme suerte de que a mis padres les pareció bien que estudiase Química, que les pareciese una buena carrera, con futuro y salida profesional.
¿Qué hubiese pasado si hubiese decidido estudiar un Bachillerato de Letras? ¿Si hubiese estudiado Filología o Filosofía? Imaginando que mis padres me lo hubiesen permitido sé que también habría llegado a ser feliz, que habría estudiado algo apasionante y que me sentiría una persona plena. Lo peor que me podría haber pasado sería descubrir que el camino que había tomado era incorrecto, que no me estaba haciendo feliz. En aquel momento lo habría vivido como un drama, pero a día de hoy pienso que lo peor sería haber dilatado una mala decisión, no haberle puesto remedio. La vida no son los cuatro o cinco años de carrera. La vida es todo, lo de antes, lo de durante y lo de después, y no hay que supeditar una vida a lo que hayas dedicado sólo cinco años. En cualquier momento se puede empezar algo nuevo, dejar una carrera y empezar otra. De eso se trata, de buscar la felicidad, a pesar de las malas decisiones y los malos consejos, siempre hay remedio y nunca es demasiado tarde para nada.
Es una suerte tener una vocación, una pasión o varias, y soñar con dedicar una vida a ello. Lo habitual es no tener las cosas claras.
Si eres estudiante y te estás debatiendo entre estudiar una cosa u otra, piensa sobre qué quieres aprender, qué conocimientos te harán feliz, satisfecho contigo mismo. No pienses en lo que tus padres quieren para ti si no coincide con tus pasiones. No pienses en lo que sabes hacer, sino en lo que quieres hacer. No te dejes engañar por notas de corte, por títulos importantes, por profesiones socialmente admiradas; sólo has de pensar en qué es lo que te gusta. No pienses en el dinero que ganarás, porque no lo sabes. No pienses en las oportunidades laborales, porque de aquí a cinco años las cosas cambian, pueden favorecerte o no. No pienses en el poder, piensa en el sentido, en dotar a tu vida de sentido, en intentar ser feliz tú dentro de tus posibilidades.
Si eres padre de un adolescente, mi consejo es que dejes que él decida. No pienses en el dinero que ganará, en lo fácil que será su vida si estudia esta carrera, porque no lo sabes. Crees que lo sabes, pero la vida da muchas vueltas, eso sí lo sabes. No pienses en lo práctico, piensa con el corazón, es la única forma de tomar las decisiones importantes. Piensa que tu hijo está en el mundo para ser feliz, que lo que más anhelas es que sea feliz, y la felicidad no es lo mismo que la comodidad. Sé que no quieres que sufra, que se decepcione, que no encuentre trabajo, que lo sencillo sería que estudiase algo con salida, que heredase el negocio familiar, o que tuviese una profesión socialmente admirada. Pero no sabes a dónde llegará. Lo que sí sabes es que si estudia algo que no le satisface no llegará a nada, no llegará a ser feliz, quizá ni siquiera llegue a vivir cómodamente. Deja que lo intente a su manera, que sueñe con ser bueno en algo. Que quizá la profesión con la que ahora sueña no le hará rico, pero qué más da. Es su vida, quizá desee hacer algo importante, le dé mucho dinero o poco. No decidas por él, porque lo único que conseguirás es frustrarle.
Apóyale. Has tenido la suerte de tener un hijo con pasión.”
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