Según los expertos, la universidad cuenta con las herramientas necesarias para resolver los problemas a los que se enfrenta la sociedad. Sin embargo, apenas se compromete con esa misión.
«La educación superior debería asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos de alcance mundial para abordar retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública». De esta manera se define en la declaración final de la Conferencia Mundial de Educación Superior de la Unesco la labor que debería desempeñar la universidad en su relación con el entorno.
Sin embargo, según los expertos, a la institución todavía le queda un camino largo por recorrer en este ámbito: «La universidad debería jugar un papel mucho más activo del que está jugando en este momento, y no con el discurso imperante que existe ahora de servir a la competitividad o a los intereses económicos, sino de ser un instrumento útil para lograr un mayor bienestar y una mayor justicia social», asegura Luis Torrego, profesor de la Facultad de Educación de Segovia.
Innovar y emprender
La importancia que los colectivos universitarios otorgan a esa necesidad de adaptación a las nuevas tendencias sociales es tal que esta cuestión se va a abordar en el III Encuentro Internacional de Rectores Universia, que se celebrará el 28 y 29 de julio en Río de Janeiro.
Este es un concepto relativamente nuevo, ya que hasta los años noventa del siglo pasado se consideraba que la universidad debía cumplir básicamente dos misiones: la docencia y la investigación. Sin embargo, durante esa etapa surge una corriente crítica en el Reino Unido que llama a revisar el papel de la institución e introduce una tercera misión. «Los británicos se dieron cuenta, y más tarde el resto del mundo, de que la universidad tenía que comprometerse con su territorio, innovar y emprender», explica el vicerrector de I+D+i de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), Eduardo Bueno.
«Desde hace algo más de una década se está hablando con fuerza de la necesidad de incrementar las relaciones de las universidades con la sociedad», apunta María Antonia García Benau, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Valencia. «Las universidades son centros de conocimiento y están llamadas a ser líderes para lograr una verdadera sociedad del conocimiento. No pueden quedarse en un plano secundario, sino que deben ser las verdaderas impulsoras del cambio necesario que permita alcanzar una economía dinámica que permita lograr una mayor cohesión social», añade.
Fines sociales olvidados
Para algunos expertos, esa trasferencia de conocimientos se está centrando demasiado en el mundo empresarial, dejando de lado el tercer sector. «Se ha generado un discurso que habla de la función social de la universidad, entendida sobre todo como una función que debe cumplirse en unos términos que solo miran la competitividad de la economía o los intereses empresariales de determinados sectores productivos. Ese no es el papel de la universidad», lamenta Torrego. «Si uno lee la Declaración mundial de la educación superior de la Unesco o si mira legislaciones anteriores, verá que hay fines sociales que han sido olvidados».
En este sentido, el profesor de la Universidad de Sevilla y autor del libro 'La universidad comprometida' Vicente Manzano-Arrondo asegura estar a favor de las relaciones que se establecen entre las universidades y las empresas, pero señala que esa trasferencia de conocimiento debería ser «en abierto» y no limitarse a determinadas iniciativas privadas. «La universidad consume muchos recursos públicos y debe tener una vocación de servicio público», apunta. «Lo que más negativo me parece es que se reduzca la trasferencia de conocimiento únicamente a empresas concretas en lugar de que las empresas de todo el mundo se beneficien en abierto del conocimiento que se genera en la universidad. Aunque me parecería mejor todavía que la trasferencia tuviese lugar a los movimientos sociales, a las organizaciones, al tercer sector, que están luchando con los problemas que desde hace siglos son los problemas más urgentes».
Para conseguir intervenir en los problemas sociales, la universidad cuenta con tres herramientas fundamentales: docencia, investigación y extensión universitaria. Sin embargo, según los expertos, no está sacando todo el provecho que debería de esos mecanismos.
«Deberíamos estar formando personas de manera integral, no solo expertos técnica y científicamente, sino también humanamente, con inquietudes sociales, con una personalidad crítica, eso se puede hacer en las distintas asignaturas, pero no se hace», subraya Torrego. «Por otro lado la investigación está orientada a sectores que defienden intereses particulares, productivos y económicos cuando debería estar orientada al bien común. Por último, hay una labor de extensión universitaria de conexión con la sociedad, con las asociaciones, con las ONG, con las organizaciones de la sociedad civil, que la universidad debería llevar a cabo pero que no está haciendo».
Fuente: Gonzoo
Los nativos digitales lo son menos cuando se trata de estudiar, ya que según advierten los profesionales, los jóvenes están menos involucrados en la tecnología de lo que se piensa, ya que su uso es mayoritariamente personal y no académico.
Si hace una década era extraño escuchar el tac-tac-tac-tac de las teclas del ordenador en un aula, hoy es bastante común. Los cuadernos y los bolígrafos siguen siendo mayoritarios, pero cada vez son más los estudiantes que digitalizan las clases en directo; la proliferación de apuntes disponibles para descarga en los portales universitarios es prueba de ello. Sin embargo, la herramienta tecnológica más importante de los últimos años en el ámbito del aprendizaje ha sido internet, que ha modificado el proceso de búsqueda y composición de casi todos los trabajos de los universitarios.
Conscientes de la importancia del uso de las tecnologías en la universidad, los más de 1.100 rectores que se reunirán en julio en Río de Janeiro en el III Encuentro Internacional de Rectores Universia van a analizar esta cuestión en una de sus mesas.
Poco involucrados
«Los jóvenes están menos involucrados en la tecnología de lo que se piensa. Se usan los móviles y las redes sociales, pero para ellos mismos y sus relaciones personales, no para lo académico», explica Ana García-Valcárcel, profesora de Tecnología Educativa en la Universidad de Salamanca.
La enciclopedia virtual Wikipedia y las redes sociales que alojan presentaciones y documentos técnicos (Slideshare, Scribd) son lugares de paso obligado para los estudiantes. Pero si hay un punto donde comienzan la mayoría de las investigaciones es Google. «En casa intento buscar en Wikipedia para saber de qué voy a hablar; pero, como estudio Enfermería, luego profundizo en bases científicas de medicina, que cuentan con buscadores específicos», dice una estudiante.
Falta rigurosidad
El uso de buscadores especializados no es común, según denuncian muchos profesores. «En el caso de Educación —expone la profesora García-Valcárcel—, los alumnos no tienen conocimiento de que existan repositorios especializados ni buscadores que pueden usar. Recurren a buscadores genéricos».
Lo mismo sucede en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. «Muchos alumnos se creen que hacer un trabajo de investigación es sentarte frente al ordenador y buscar cosas en Internet... pero no usan páginas especializadas, sino Wikipedia o Google, donde solo aparecen las sentencias más famosas. Así, cuando corriges los trabajos, compruebas que hay muchos casos de repetición: claro, mis estudiantes encuentran todos las mismas sentencias en Google».
A medio camino entre el buscador especializado y el genérico, se encuentran Google Académico y Google Libros, repositorios de artículos científicos y fragmentos de publicaciones, también de acceso libre y gratuito.
La tentación del plagio
Otro fenómeno derivado de la generalización de internet en el ámbito universitario es el plagio. «Tener acceso libre a una información tan masiva es un inconveniente en este caso —explica Ángel Cobo, profesor de Matemática Aplicada de la Universidad de Cantabria—. A veces, conforme el estudiante tiene que hacer frente a más actividades, tiene la tentación de recurrir a esta solución rápida. Pero advertimos que la tecnología también tiene soluciones para detectar el plagio».
«Conozco muchos casos de compañeros que plagian y nunca han tenido problema», confiesa una alumna de Odontología de la Complutense de Madrid. «Suelo copiar algunos libros si voy mal de tiempo. Eso sí, si copio mucho, incluyo el libro en la bibliografía».
La falta de ética en lo que respecta al plagio es total, según expone un profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. «En las universidades americanas, si te pillan copiando, se acabó tu carrera. Aquí hay cierta permisividad. Encuentro compañeros que disculpan al alumno diciendo que no se dio cuenta... ¿Cómo se explica que no te des cuenta de que estás copiando lo que ha escrito otro y firmando con tu nombre?».
Fuente: Gonzoo
Entre 2001 y 2014 se han creado 14 universidades de capital privado en España, con una clara vocación de cumplimiento del Plan Bolonia. Esta reforma universitaria, en teoría, prima la formación que buscan los mercados laborales.
Alicia Montes estudiaba el grado de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) hasta que en el curso 2012-2013 decidió cambiarse a la Universidad Católica de Ávila, privada, porque echando cuentas, con la subida de las tasas, vio que le compensaba. «A nivel de precios, salía parecido, porque en la UNED los libros son muy caros y las matrículas se estaban multiplicando por dos y por tres. Yo estoy trabajando y estudiando a la vez y es normal que vaya a segunda o tercera convocatoria, por lo que el precio subía mucho. A eso tenía que sumar el coste de los libros. Ahora pago lo mismo por convocatoria, los manuales están incluidos y los profesores están más pendientes de mí», relata.
En el curso 2012-2013 el precio medio del crédito matriculado por primera vez en grado se situó en 17,9 euros, lo que supuso un aumento de un 16,7% en solo un año. En el curso 2013-2014 los precios públicos aumentaron nuevamente y en los estudios de grado el crédito subió otro 2,9% más de media, quedándose la media en 18,42 euros por crédito.
Como Alicia, otros estudiantes han optado en los últimos años por una universidad privada para estudiar un grado. Durante el curso 2012-2013 las privadas incrementaron su alumnado en más de un 23% con respecto al curso 2005-2006, mientras que las universidades públicas bajaron casi un 2% (1,93%) en el mismo periodo. Los motivos de este crecimiento a favor de las privadas, además de la subida de las tasas, son variados, ya que también ha tenido que ver la entrada en vigor del Plan Bolonia y la creación de nuevas universidades de capital privado que, estructuradas bajo los presupuestos académicos 'bolonianos', suponen mayor oferta y competencia.
A distancia, para compaginar el trabajo
En concreto, desde el año 2001 se han creado 14 universidades privadas. Es decir, prácticamente una universidad por año. De las nuevas, cuatro son universidades privadas no presenciales, de manera que en el curso 2013-2014 imparten docencia oficial seis universidades a distancia. Una de estas es la UNIR, la Universidad Internacional de la Rioja, que nació en el año 2009 con 900 alumnos y que actualmente tiene matriculados 18.000. «El ámbito que más ha crecido desde que nació ha sido el de Ciencias Jurídicas y Sociales (Comunicación, Curso Puente de ADE, Curso Puente de Trabajo Social y Criminología, principalmente). Pero en cuestión de volumen, Educación es el grado que más alumnos recibe cada año», cuentan desde la propia administración de la universidad.
Tamara Cabezas escogió precisamente la UNIR —por su modalidad a distancia y semipresencial— para realizar el curso puente de Trabajo Social y poder combinar los estudios con su trabajo dentro de una ONG. «Sin duda, que pudiera compaginarlo con mi trabajo fue un factor clave en mi elección, porque con el Plan Bolonia es necesario asistir a clase, y para alguien que trabaja se hace muy complicado. También influyó que quería estudiar en una universidad diferente para tener otro enfoque», explica.
Pero no todo es auge en las universidades privadas. Después de alcanzar durante el curso 2011-2012 su máximo de alumnos, han experimentado un descenso durante el curso 2012- 2013, curso en el que, por primera vez, ambos modelos pierden alumnos. La universidad pública perdió un 4,5% de matriculados con respecto al curso anterior, y la privada, un 3,84%.
Demasiados egresados
«No sé por qué hay más alumnos que escogen la privada», comenta Alejandro Baldominos Gómez, estudiante de la Universidad Carlos III de Madrid. «Creo que podría ser porque presentan altos índices de empleabilidad o porque en algunos casos ofrecen formación más específica, y eso se ve como una inversión. Quizás se tenga la impresión de que la pública genera demasiados egresados, y que hay que estudiar en una privada para poder diferenciarse». En su caso, Alejandro escogió una pública porque le interesaba una opción generalista del grado que iba a estudiar (Ingeniería Informática) y no creía que una privada pudiera ofrecerle más: «Cuando empecé a estudiar, además, la matrícula anual era inferior a 1.000 euros, así que la diferencia económica era importante», apunta.
«En su conjunto, las universidades privadas, y particularmente las de más prestigio, están acusando también problemas debido a las dificultades de pagar tasas más altas que en las públicas. Pero si las matriculaciones en otras universidades están aumentando se deberá a otras razones que no tienen que ver con los precio», afirma Manuel López Pérez, rector de la Universidad de Zaragoza y presidente de la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas). Para él, el sistema universitario público español ha respondido, en su conjunto, de una forma eficaz a un incremento de la demanda universitaria de las últimas décadas, con un servicio que se reconoce socialmente y que ha producido una tasa de formación superior en las generaciones jóvenes equivalente en cantidad y calidad al mejor nivel europeo.
Manuel Fernández, profesor de estrategia en la Universidad Europea de Madrid y director de su Centro de Excelencia en Investigación, piensa, por su parte, que «la privada está orientada al estudiante ya que lo ve como cliente. Sin embargo, dispone de una menor trayectoria investigadora, ya que, hasta ahora, la investigación no se ha identificado como una fuente de ingresos y ha sido financiada por el sector público. Si se desea seguir una carrera más investigadora, aconsejo el sector público, pero si se persigue una enseñanza más ajustada a las necesidades del mercado, el sector privado», puntualiza.
Algo parecido opina Juan Miguel Gómez Berbis, profesor de Informática en la Universidad Carlos III. «Las ventajas de la universidad pública son la calidad, la búsqueda de la excelencia y, sobre todo, que son las únicas que se dedican a la investigación y que actúan como un polo de innovación. Su desventaja, sin embargo, es que tiene una cierta desconexión con las necesidades de la empresa, por ese mismo motivo, porque se centran en investigación básica y en titulaciones 'clásicas'». Al final, elegir entre una universidad privada o una pública es una cuestión de balance y de intereses personales.
Fuente: Gonzoo
Durante el ciclo vital cada individuo pasa por diferentes momentos o crisis que se deben solucionar y a su vez dicha solución aporta a la maduración; cuando se habla de Orientación Vocacional inmediatamente nos ubicamos en la adolescencia y el momento de culminación de una etapa “el colegio”; enfrentándose inevitablemente a la idea de crecer y empezar un proceso de transición hacia la adultez.
Por lo tanto, elegir carrera va más allá de buscar la “profesión del momento”, la Universidad más concurrida por amig@s; ya que marca la pauta del inicio de la consolidación de los atributos propios y construidos durante los años anteriores desde las diferentes esferas: familiar, social y escolar.
Por ello, tenemos que pensar en la convergencia de diferentes aspectos: aptitudes, intereses, valores (no haciendo referencia únicamente a los valores morales, sino a los principios que cada individuo ha construido en su proceso de vida y no negocia), inteligencias múltiples y motivaciones conscientes e inconscientes. Todo esto aporta a la estructuración de lo que llamamos Vocación, la cual proviene de “vocar”, llamar refiriéndose a un llamado que va más allá de lo común. “La idea de ser convocados a la existencia y a cumplir una misión personal en ella” (Müller).
Desde nuestra experiencia en esta área hemos podido comprobar que no es la carrera por sí misma la que asegura el éxito en la vida, es el fortalecimiento del individuo y la resonancia desde su autenticidad combinando los elementos mencionados anteriormente que permitirán que las personas encuentren su propio camino y que así puedan dar sentido a su vida explorando sus propias potencialidades y convertirse en personas exitosas a partir de la coherencia con sus habilidades y poniéndolas en práctica llevándolas a su propio servicio y al de la sociedad.
Por ello nos encontramos personas que a partir del ejercicio de su real vocación alcanzan la plenitud y el reconocimiento social que otros no logran a tal esplendor aún eligiendo una profesión basándose en que sea “exitosa” (avalada socialmente como: médico, abogado, contador, arquitecto, entre otros), sin tener en cuenta si responde a sus propias habilidades y deseos; no sintiéndose, quizás, conformes en su ejercicio.
Encontrando personas victoriosas capaces de transmitir esperanza y nuevas formas de percibir la existencia como Li Weies un fotógrafo chino que se caracteriza por desafiar la ley de la gravedad en sus obras, o Criss Angel considerado uno de los mejores ilusionistas, Patrick Acton capaz de realizar obras monumentales con palillos de fósforo, Julian Beever maestro de la perspectiva, Kato maestro del Bonsái.
En fin… con todo esto queremos hacerles saber que la finalización de la secundaria es un asunto serio y que propicia el inicio de la confrontación con: ¿quién soy? ¿quién ser? No obstante algunas veces también llegamos a sentir que a pesar de haber escogido ya nuestra profesión y estar en la Universidad o ya graduados y en el ejercicio de lo que hemos elegido necesitamos ser nuevamente orientados.
Fuente: Actualpsico
En un planeta cada vez más interrelacionado entre todas sus áreas, se hace necesario que las universidades se abran al exterior y aprovechen el efecto globalización. Profesores y alumnos se presentan como los principales motores para impulsar ese cambio
La globalización también ha llegado a las universidades, que en los últimos años se han visto en la necesidad de internacionalizarse. La clave para alcanzar ese objetivo, según los expertos, es la propia comunidad universitaria: «La apertura internacional se potencia a través de las personas, principalmente. Todas las medidas que se tomen pasan por la captación, la movilidad y la circulación de estudiantes, profesores e investigadores», explica Jorge Martínez, subdirector de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria.
Dentro de sus órganos, cada universidad cuenta con una oficina de internacionalización que puede poner en marcha distintos planes estratégicos de movilidad. Se encargará de demandar proyectos europeos, participar en foros internacionales, establecer lazos con otras instituciones, etc.
Además, aparte de la labor que pueda lleva a cabo este departamento, los propios profesores pueden establecer relaciones con otras universidades a través de grupos de investigación o docencia.
Labor de todos
«Se trata de un trabajo colectivo, ya que el origen de la relación con otros centros puede ser doble: bien a nivel más institucional, a través de la propia universidad; bien a partir del propio personal académico o investigador», apunta Leticia Santos, directora de la Oficina de Internacionalización de la Universidad de Oviedo. «Eso sí, siempre es necesario que después se dé el visto bueno del vicerrectorado y la ratificación del rector».
Dentro de la multitud de proyectos internacionales que podemos encontrar, la universidad española destaca especialmente en el programa Erasmus, ya que nuestros centros se colocan tradicionalmente entre los que más alumnos envían y reciben. La Universidad de Granada es un ejemplo de ello: en el curso 2011-2012 fue la que más estudiantes recibió de toda la Unión Europea (algo más de 2.000).
«Uno de los objetivos de la UE para el 2020 es conseguir que el 20% de los estudiantes egresados hayan tenido una experiencia de movilidad internacional durante su paso por la universidad. Actualmente, la Universidad de Granada está rozando ese objetivo», aseguran desde el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de este centro. Señalan, además, que la clave de su éxito se encuentra tanto en la «reputación» como en el hecho de que sus aulas sean «multiculturales y multilingües».
Por debajo de la media
No obstante, pese a los buenos resultados que cosechan estos programas, nuestra movilidad internacional en su conjunto es inferior a la media de la OCDE: «El programa Erasmus es uno de los que más ha influido en la europeización de la universidad española. Sin embargo, las relaciones con otras regiones del mundo no cuentan con la misma estructura y colaborar con sus entidades implica mayores dificultades», subraya Daniel Hernández, presidente de la Comisión de internacionalización y cooperación de las universidades españolas. «Estamos ante un importante reto que debemos abordar desde el trabajo y la experiencia comunes».
En este sentido, los expertos coinciden en que una de las principales trabas para la salida tanto de nuestros profesores como de nuestros estudiantes se halla en el deficiente conocimiento de idiomas de los españoles. «De todos es conocida la limitación que tienen nuestros estudiantes, y algunos de nuestros profesores, en el conocimiento de lenguas extranjeras. Pero yo creo que tardaremos muy pocos años en paliar este déficit, ya que hay un empeño de muchas instituciones y personas y ya se está produciendo el cambio cultural necesario», indica la vicerrectora de Cooperación, Relaciones Internacionales e Institucionales y Multilingüismo de la Universitat Jaume I, Inmaculada Fortanet.
De hecho, aseguran los expertos, el español puede ser también una carta a nuestro favor a la hora de potenciar las relaciones y el intercambio con las universidades iberoamericanas y para atraer estudiantes: «La lengua es un recurso de inmenso valor para la apertura internacional de nuestras universidades. Algunas han encontrado en ella un atractivo estratégico para estudiantes extranjeros», asegura Martínez.
Fuente: Gonzoo
Muchos recién graduados y otros que ya terminaron hace tiempo se preguntarán, antes de empezar a buscar formación especializada, si estudiar un posgrado tiene alguna utilidad. Más que en la formación académica, las empresas son cada vez más conscientes de que el valor del candidato reside en otras cualidades como son las personales y sociales
Aunque la tendencia de los últimos años ha ido al alza en cuanto al número de matriculados en posgrados, el curso 2013-2014 ha traído un cambio en la evolución. Hasta 2013, los datos de matriculados fueron incrementando considerablemente hasta alcanzar los 113.061 estudiantes, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Sin embargo, al llegar el curso 2013-2014 el resultado fue negativo, con casi 2.000 matriculados menos. En cuanto a la oferta de másteres oficiales, la tendencia es distinta, pues el número de másteres sigue aumentando.
Una ventaja de realizar este tipo de formación la trae el último informe de InfoJobs y ESADE sobre el Estado del mercado laboral en España, que refleja que los candidatos con un mayor margen de negociación salarial son los que tienen niveles formativos de posgrado y máster.
El estudio de InfoJobs destaca que los perfiles de posgraduados con cursos de máster o especialización tienen un porcentaje superior al resto con respecto a nivel adecuado a la demanda, pero el porcentaje de candidatos inscritos en ofertas de empleo con un nivel de estudios inferior al demandado destaca por encima de otros niveles, como los de formación profesional de grado superior o grado medio. Solo uno de cada cinco inscritos a una vacante tiene el nivel de estudios requerido por las empresas.
¿A qué se deben estos desajustes? InfoJobs aclara que según el informe Into the Gap 2012, de Seo Economic Research y Randstad, hay tres causas: un ciclo económico en el que el demandante de empleo puede acabar aceptando trabajos por debajo de su cualificación académica, generando una sobrecualificación; la dinámica perpetua de creación y destrucción de puestos de trabajo en una economía de mercado; y las elecciones educativas de los actuales estudiantes.
El posgraduado en la entrevista de trabajo
En principio, parece que para las empresas no hay distinción entre formación o experiencia, lo que valoran son «las competencias, independientemente de si las han adquirido a través de su experiencia o de su formación», afirma Reme García, de InfoJobs.
¿Qué ventajas se aprecian entonces a la hora de realizar una formación de posgrado? Para Eva Collado (directora de Innovación y Gestión de Personas en IMF Business School) existen algunos aspectos básicos, como el hecho de completar el perfil profesional desde la especialidad que se quiere desarrollar, el valor diferencial que esta formación ofrece en los procesos de selección, el acercamiento a la realidad laboral que ofrecen las prácticas, la obtención de herramientas y recursos imprescindibles y, por último, el hecho de conocer profesionales de su sector.
Sin embargo, hay algo más que experiencia y formación para los demandantes de empleo. Sonia Rodríguez Muriel es directora de Recursos Humanos en la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía y asegura que, aunque hasta hace poco era la experiencia profesional y las competencias técnicas lo que más se valoraba del candidato, las empresas son cada vez más conscientes de que el valor del candidato reside en otras cualidades como son las habilidades personales y sociales.
Algunas tendencias en el currículum
«El candidato debe cuidar y trabajar no solo su currículum tradicional, sino también el currículum social como valor diferencial», afirma Sonia Rodríguez Muriel. «Muestra cómo somos y bien gestionado es un inigualable escaparate profesional para los reclutadores», añade.
Según Eva Collado, las organizaciones buscan profesionales cualificados, pero con competencias y capacidades como innovación, creatividad, asertividad, trabajo en equipo, implicación y sentimiento de pertenencia al producto o la marca, entre otros. Raquel Durán, de la empresa Talent Search People, también coincide al afirmar que existe una tendencia en lo que al aspecto personal de los candidatos se refiere, destacando otros valores como la naturalidad, la adaptabilidad y la flexibilidad.
¿Cómo puede un candidato obtener todas estas cualidades? Una de las claves nos la da Eva Collado: «Para dar a la empresa lo que busca, el profesional debe estar en constante proceso de autoaprendizaje, mejora continua de estudio y desarrollo personal».
A todo esto, Raquel Durán añade que la empresa detecta primero aquellos perfiles que a nivel curricular encajan con la posición a cubrir, principalmente experiencia previa, formación y nivel de idiomas. «Una vez que estos criterios sean cumplidos por el candidato, la empresa se fija en él a nivel personal».
La especialización del posgrado
Pero ¿qué papel juega en el currículum profesional la formación de posgrado? Sin duda supone un valor diferencial a la hora de presentarse a un reclutador, que es la persona encargada de la selección de personal apropiado para un puesto de trabajo. O eso es lo que nos dan a entender los entrevistados.
Si un profesional da respuesta a los requerimientos anteriormente enumerados y además incorpora un buen posgrado, «va a ser una baza esencial para fortalecer una marca personal que no deje indiferente a nadie y le permita crecer profesionalmente para convertirse en la persona que el mercado está necesitando y demandando», comenta Eva Collado. Y es que la formación «siempre es una gran inversión», según Sonia R. Muriel.
Para conocer lo que demandan las empresas de manera directa, también hemos podido hablar con Felipe Navío, cofundador de la plataforma Jobandtalent, que cuenta que «si para un puesto de trabajo tengo un candidato que tiene una carrera y también tengo otro candidato con una carrera y además un máster en alguna especialidad, el elegido será el candidato con un máster». Aunque esto no es todo, ya que la experiencia práctica y el entorno profesional en el que se haya movido el candidato también son valores a destacar, por lo que se hace indispensable dotar de contexto el currículum.
Para terminar, ¿cómo enfrentarse al mundo laboral tras realizar estudios de grado o posgrado? Para Raquel Durán, antes de buscar trabajo hay que conocer el ámbito laboral al que se quiere optar, definir cómo realizar la búsqueda de trabajo y conocer todas las herramientas de búsqueda a su alcance, como InfoJobs o Jobandtalent.
«Lo que marca la diferencia es la experiencia profesional práctica», según Felipe Navío. Sin embargo, «todos los profesionales necesitan complementar su aprendizaje», asegura Sonia R. Muriel. ¿Cómo? El profesional puede optar por un posgrado, pero también existen otras herramientas: seminarios, talleres, conferencias, cursos en línea masivos y abiertos (conocidos como MOOC)... «Todo suma. Lo importante es mantener siempre activa nuestra fuente de conocimientos».
Fuente: Gonzoo
Las titulaciones o especializaciones en Administración de Empresas o Ingenierías Técnicas siguen siendo las más solicitadas por 'los mercados'. Los test de orientación vocacional son instrumentos pensados para descubrir puntos fuertes y débiles
La vocación debería ser un elemento determinante para decidir qué carrera estudiar. Pero si la metafísica de Kant no desvela tus sueños desde los tres años y la pared de tu habitación no está empapelada con retratos de Carl Bernstein desde la adolescencia, sería mejor escoger una carrera con salidas profesionales y consolidar la formación con un segundo idioma.
Los expertos coinciden en que los estudiantes deben seguir su instinto pese a las salidas profesionales, pero si nos centramos en las carreras más demandadas en el mercado laboral, aparecen dos clásicos títulos universitarios: Administración y Dirección de Empresas (ADE) e Ingeniería Técnica Industrial. La vertiginosa transformación tecnológica y la digitalización de casi la totalidad de los sectores no ha podido con la tradición académica de dos titulaciones que no envejecen, porque son la raíz del concepto empresa. Las empresas prefieren titulados 'globales', con una formación general que se pueda pulir según necesidades de la compañía. Ese es el éxito de los estudios clásicos.
Los datos publicados por la empresa de recursos humanos Adecco revelan que Administración y Dirección de Empresas absorbe el 4,5% de las ofertas de empleo, y ha experimentado un aumento de tres décimas respecto al año anterior. Ingeniería Técnica ha escalado puestos desde la cuarta posición y se ha convertido en la segunda titulación más solicitada en las ofertas de empleo cualificado de las compañías.
También en el podio se sitúa la titulación de Ingeniería Informática (ocupa la cuarta posición en el ranking, con el 3,2% de las ofertas). Ha experimentado un aumento significativo en los últimos años porque las empresas demandan perfiles con conocimientos informáticos con capacidad para desarrollar herramientas que mejoren la productividad y deriven, a medio plazo, en una reducción de costes.
Descubrir habilidades
La elección académica debe ser un equilibrio perfecto entre gusto, lógica y habilidades. «Es importante dedicar tiempo a algo para lo que se tenga aptitudes. Eso implica que el estudiante debe saber cuáles son sus puntos fuertes y potenciarlos. Al final, el trabajo ocupa un tercio de nuestra vida. Si no te gusta lo que haces o no se te da bien, puede resultar muy frustrante», explica María Dolores Pérez, orientadora de estudios de la Xunta de Galicia. Si no existe una vocación nítida, la mejor opción es estudiar una carrera generalista y, una vez que el estudiante descubra sus habilidades, elegir un máster para pulir conocimientos y acceder al mercado laboral.
Los estudios duales también han despuntado en la última década. Las principales universidades de España ya combinan estudios como Derecho con Empresariales o con Relaciones Internacionales, Económicas con Derecho o con Periodismo... Las dobles titulaciones han adquirido un alto valor en el mercado laboral, por la diversificación de perfiles.
El objetivo es evitar equivocarse, y existen herramientas para conseguirlo. Los test de orientación vocacional son instrumentos pensados para descubrir puntos fuertes y débiles, preferencias, intereses y definir la vocación. Los orientadores utilizan este tipo de cuestionarios en los centros de Educación Secundaria para que los alumnos resuelvan sus dudas, aunque también es posible realizarlos a través de Internet. Dos opciones recomendables: el test de Holland y el inventario de intereses Hereford.
Formación universitaria por comunidades
Madrid y Barcelona son las dos comunidades autónomas en las que existe más demanda de estos profesionales. Andalucía ocupa la tercera posición del ranking, y el País Vasco, aunque ha descendido ligeramente el porcentaje del 10,1 al 9,7%, se mantiene en cuarta posición. En el extremo opuesto, las comunidades de Cantabria, Navarra (que pierde cinco posiciones en solo un año) y La Rioja (con el 1,4%, 1,2% y 0,9%, respectivamente) son las autonomías que menos requieren la formación universitaria en sus ofertas laborales.
Fuente: Gonzoo
Aquí encontrarás información sobre las Habilidades para la vida y Competencias para el trabajo que en la era del conocimiento serán fundamentales para cualquier profesión y área laboral. Conócelas y adquiérelas, o bien fortalécelas y actualízalas si es que ya cuentas con ellas.
Habilidades para la vida
Las siguientes habilidades son tan antiguas como la propia humanidad debido a que todas tienen que ver con la manera en que manejamos las relaciones con nosotros mismos, con las demás personas y con nuestro entorno.
Todas las personas de todas las edades las utilizamos comunmente, ¿en qué consiste lo novedoso entonces? Sobre todo en que cada vez se reconoce más la importancia de incluirlas como parte de diversos programas formativos dirigidos a niños, niñas y adolescentes tanto en la escuela como en escenarios de trabajo con el fin de pulirlas y sacarles el mayor provecho posible.
Aunque hay otras formas de clasificar las Habilidades para la Vida, la propuesta de la OMS en 1993 ha logrado un amplio reconocimiento porque es bastante flexible y tiene aplicabilidad universal; dicha propuesta considera las siguientes habilidades:
1. Autoconocimiento
Conocer tanto las habilidades como las limitaciones propias, así como aspectos muy característicos de nosotros mismos como son los intereses, las aptitudes, las actitudes, el carácter, la personalidad dominante, etc.
2. Autoestima
La capacidad de quererse, valorarse y cuidarse a si mismo(a), que siempre debe ir acompañada de procurarse situaciones beneficiosas y de evitar las perjudiciales.
3. Empatía
La capacidad de percibir en un contexto común la realidad que a otro individuo puede afectarle ya sea para bien o para mal.
4. Comunicación asertiva
Esta habilidad se puede dividir en 3 capacidades:
1. La capacidad de transmitir exactamente las ideas que se desea transmitir a la persona indicada, en el momento oportuno y de manera clara y cortés.
2. La capacidad de manejar adecuadamente la lengua en la que uno se va a desenvolver cotidianamente así como en las situaciones de estudio y trabajo, lo que implica tener buena ortografía, semántica, redacción y un vocabulario extenso.
3. La capacidad de poder comunicarse en la “lingua franca”* de la época y de preferencia en otros idiomas además.
5. Relaciones interpersonales
La capacidad de establecer relaciones sociales con otras personas de manera perdurable y beneficiosa para las partes involucradas.
6. Toma de decisiones
La capacidad de tomar las mejores decisiones dependiéndo de la situación y el contexto aún bajo presión.
7. Solución de problemas y conflictos
La capacidad de concebir los problemas y conflictos, ya sean personales o que involucren a otras personas, como retos y de desarrollar e implementar en poco tiempo la vía más efectiva y perdurable de trascenderlos.
8. Pensamiento creativo
La capacidad de concebir maneras no convencionales de ser, hacer y resolver problemas de cualquier tipo y en cualquier contexto.
9. Pensamiento crítico
La capacidad de encontrar tanto lo positivo como lo negativo que tienen tanto las acciones como sus efectos.
10. Manejo de emociones y sentimientos
La capacidad de regular la intensidad de cada emoción a manera de que resulte pertinente para el contexto y la situación en cuestión, así como de buscar dirigir sus efectos hacia consecuencias favorables en lugar de hacia consecuencias desfavorables ya sea para el momento presente o para el futuro.
11. Manejo de tensiones y estrés
La capacidad de asignarle a cada situación la importancia real que tiene y de focalizar la energía y los esfuerzos en encontrar soluciones en lugar de focalizarla en lo negativo de la situación.
Competencias laborales genéricas
La directora de Manpower México, Mónica Flores, nos habla de 8 competencias genéricas globales que los empleadores de todo el mundo esperan actualmente que tengan sus empleados sin importar el puesto o el nivel, y cabe reflexionar en que dichas competencias se valorarán cada vez más sin importar el lugar geográfico, el área de conocimiento o la modalidad laboral de que se trate:
*La lengua que la mayor parte de las personas en el mundo pueda entender, como en nuestra época el inglés.
Fuente: Orientación para todos
Los buenos hábitos de estudio explican por qué algunas personas alcanzan a cumplir su sueño de obtener un grado universitario.
Es importante que si tu has decidido estudiar una carrera profesional, aprendas a programar tu tiempo de trabajo, a organizar tu material, a leer y tomar apuntes correctamente, a resumir y memorizar lo aprendido. Con un buen método de estudio, una disciplina de horarios y de estrategias, los resultados positivos son inmediatos, mejorarás tu rendimiento escolar, ¿te gustaría intentarlo? Es igualmente importante considerar que la motivación y la actitud que tengas ante el estudio repercutirán en tu futuro.
¿Sabes cómo están tus hábitos de estudio? Te recomendamos realizar un diagnóstico y detectar los aspectos en los que necesitas avanzar. Aquí puedes realizar un pequeño test
“Estudiar es ejecutar voluntariamente nuestra mente para investigar, comprender o aprender algo, y como toda práctica supone un esfuerzo, unos hábitos y la utilización de unas técnicas”. Ponemos a tu disposición algunas de estas técnicas que pueden servirte para tu trabajo diario. Así como algunos consejos acerca del estudio y el arte de estudiar
Si lo crees conveniente puedes realizar unos ejercicios de relajación que te ayuden a disminuir la inquietud e incrementar tu concentración.
Igualmente, puedes practicar tu lectura e identificar lo que se te dificulta. Para realizar un buen trabajo escolar, te presentamos algunas recomendaciones que podrán serte de utilidad.
Has tenido dificultades al momento de presentar exámenes? Entonces esta información es para ti, en donde conocerás algunas estrategias para prepararte psicológicamente y académicamente.
Si tienes la necesidad de optimizar tus hábitos de estudio en cuánto a la memoria, concentración, tomar apuntes y otras técnicas, no lo dudes, es cierto que el estudio implica esfuerzo, pero sin él, nuestro estudio y el tiempo que invertimos, se vuelve tedioso y estéril.
Docencia, investigación, gestión y transferencia son mecanismos de compromiso con el medioambiente. Algunos docentes denuncian que la ideología que impera en los centros es la de la competitividad y no la de la conciencia social
Dentro de la labor de responsabilidad social que lleva a cabo la universidad destaca la referida al medioambiente y a su compromiso con la sostenibilidad. En diciembre de 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el periodo 2005-2014 como Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible y designó a la Unesco como el organismo rector de la promoción del Decenio.
Entre las recomendaciones que se hacían en el documento se encontraban la de fomentar la paz, luchar contra el calentamiento global, reducir las desigualdades, combatir la pobreza, la marginación... «La declaración es muy clara: si la universidad va cumpliendo los objetivos que vienen ahí, ya estará comprometida con el desarrollo sostenible, pero no lo hace», lamenta el profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Segovia, Luis Torrego. «La ideología que impera en todas las universidades es la competitividad y el aumento de la productividad y eso no es compatible con la sostenibilidad».
Sin embargo, para el presidente de la Comisión Sectorial de Calidad Ambiental, Desarrollo Sostenible y Prevención de Riesgos (CADEP), Fernando Galán, las universidades están «cada vez más comprometidas» con este ámbito, al igual que lo está «la sociedad en general». «Creo que nuestro principal reto es sensibilizar a la comunidad universitaria y, por extensión, a todo nuestro entorno, sobre la necesidad de emplear en nuestro día a día políticas medioambientales sostenibles. Y debemos hacerlo predicando con el ejemplo», señala.
A este respecto, la catedrática de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Valencia, María Antonia García, asegura que para que las universidades asuman su implicación en el desarrollo sostenible «deben empezar por redefinir su misión, su visión, sus valores y el alcance de su compromiso». Señala, además, que es necesario que las instituciones entiendan que «se trata de un enfoque de dirección universitaria cuya implantación supone un compromiso estratégico, un nuevo sistema de gestión interno y una mayor transparencia y rendición de cuentas».
Agentes del cambio
Así, la universidad cuenta con cuatro canales en los que trabajar y participar como agente activo del cambio. Estos serían tanto la docencia como la investigación, pasando por la propia gestión de la universidad y su trasferencia al entorno.
«Debemos actuar con criterios de eficiencia energética y hacer una labor pedagógica con toda la comunidad universitaria y con nuestro entorno. Es importante incorporar, también, la idea básica de sostenibilidad en el currículo académico, como contenido transversal de cualquier estudio universitario», apunta Galán. «También podemos impulsar iniciativas concretas que contribuyan a mejorar la calidad del medioambiente y fomentar la creación de grupos de investigación o de cátedras que tengan como objetivo políticas medioambientales».
Lo real y lo aparente
Para Vicente Manzano, doctor en Psicología y profesor de la Universidad de Sevilla, «se ha avanzado mucho» en lo que se refiere al análisis y la denuncia de la situación; sin embargo, en el ámbito de la gestión y la trasferencia «queda mucho camino por recorrer».
De hecho, en ese camino, según Torrego, muchas universidades se colocan la «etiqueta» de comprometidas con el medioambiente «sin que haya una actividad real: se hace para dar una imagen», afirma, aunque reconoce que, «afortunadamente, hay sectores universitarios que se van implicando en la materia».
Fuente: Gonzoo
Como parte del esfuerzo de las escuelas secundarias para que su labor responda a las particularidades de los alumnos en la tarea de aprender, el orientador educativo ha representado, desde hace varias décadas, una figura importante para tal propósito.
Desde sus orígenes su tarea se ha encaminado a impulsar el aprovechamiento escolar, la atención psicológica y social, así como la orientación vocacional. Para ello, se concibió la necesidad de que este profesional contara con tiempos para la interacción con los alumnos como parte de las horas de clase, además de disponer de un especio físico para atender, de manera individual, a los que requieran de una atención cercana.
Como parte de la presente reforma a la educación secundaria, se ha considerado la conveniencia de enriquecer la labor de gabinete que los orientadores educativos han desarrollado, al mismo tiempo que mantendrán una relación estrecha con los docentes que trabajan directamente con los alumnos, a fin de que cuentes con las condiciones necesarias para enfocar su tarea hacia dos dimensiones de la vida escolar: la atención individual a los alumnos y el trabajo con el entorno social que da contexto al que se hace en la escuela secundaria.
Estas funciones que delimitan su labor específica dentro de la escuela requieren, para su realización, de una relación estrecha y permanente con los docentes y los alumnos.
Fuente: Coordinación de formación y actualización de docentes de la Secretaría de Educación de Jalisco.
La orientación es una función, y no debe confundirse ningún caso con la persona o la actividad del orientador. Por lo general, la orientación supone la implicación de un conjunto de personas entre las cuales están el tutor y el orientador (que por su titulación, puede ser pedagogo, psicólogo o psicopedagogo); pero, además, interviene en ella todo el profesorado, profesores de educación especial o de pedagogía terapéutica profesores de apoyo, logopedas, trabajadores sociales, etcétera.
Agentes implicados orientación y la tutoría
Escuela
♦ Tutores
♦ Profesorado
♦ Profesorado de apoyo
Apoyo ♦ Peer Counseling
♦ Profesionales no docentes
Familia
♦ Padres
Especialistas
♦ Logopedas
♦ Terapeutas
♦ Educadores especiales
Orientadores
♦ Psicólogos
♦ Pedagogos
♦ Educadores sociales
♦ Psicopedagogos
No obstante, no son solamente los profesionales quienes intervienen en la orientación, sino también los padres, hermanos y familiares e incluso los compañeros, amigos, etcétera. Así por ejemplo, el peer counseling, un proceso en el cual estudiantes entrenados y supervisados representan tareas de ayuda interpersonal, puede calificarse de función orientadora con alumnos de edades similares; en este caso son los mismos compañeros de clase quienes actúan como agentes de la orientación, y los individuos pueden dirigirse al peer counselor por sí mismos o por recomendación de otras personas.
Fuente: Secretaría de Educación de Jalisco
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