Esta mañana llegaron al consultorio un papá, una mamá y sus hijas gemelas para la tercera consulta en el proceso de orientación vocacional. Arrancamos conversando de carrera y terminamos con la certeza de la necesidad de un compromiso familiar de mayor comunicación, mas expresiones de afecto y mayor tiempo juntos. Una vez más plenamente corroborado: La orientación vocacional NO se trata de escoger el nombre de la carrera universitaria que estudiarás por los siguientes 4 o 5 años. Orientación vocacional se trata de conocer quién eres y cuál es la pasión encendida (o esperando encenderse) en tu corazón, es una ORIENTACIÓN DE VIDA.
Tres son las grandes preguntas que todo ser humano (incluido tú) debe responder para sí mismo en algún momento de su vida:
1. ¿En quién creeré? ¿Cuál es tu código de ética y valores? ¿tus creencias espirituales?.
2. ¿Qué haré en mi vida? que estudiaré, a que me dedicaré, en que trabajaré.
3. ¿Con quién me casaré?
Esta es la tercera pregunta que debe ser respondida. Como puedes pensar en invitar a alguien (una pareja) a caminar junto a ti en la vida cuando ni siquiera sabes que camino quieres transitar? La sensatez obliga primero a determinar quién eres, que quieres en la vida y entonces tendrás la libertad y seguridad de escoger de mejor manera al compañero o compañera de vida.
Alterar este orden de resolución de preguntas colaborará con el caos y la confusión, y aumentará el riesgo de frustraciones y decisiones que luego pueden lamentarse. Tu eres único/a, dotado de habilidades, dones, virtudes, creatividad, experiencia y oportunidades también únicas. Jamás te compares con otros, descubre lo tuyo, descubre tu pasión y trabaja para verlo realizado, en este proceso estamos para apoyarte.
Lourdes de Ayoroa
Secretos de Orientación Vocacional